Ser periodista en los tiempos del ébola

Está siendo un verano muy difícil para los periodistas españoles sin conflicto con Gibraltar con el que alimentar páginas y páginas de los diarios y minutos y minutos de los informativos. Sin embargo, han tenido la gentileza de informarnos de los pormenores del virus del ébola. Además, sin ningún tipo de alarmismo:

Portada de 'El Periódico' el 7 de agosto.

El pasado 7 de agosto El Periódico titulaba 'El ébola se desborda' sin que la OMS lo hubiera declarado aún una "emergencia de salud pública de alcance mundial". Supongo que en la redacción estaban realmente asustados, utilizando máscaras, guantes y escafandras para no contagiarse del virus, que como reza el subtítulo acaba de llegar a Europa, en avión claro, y gracias al padre Pajares.

Porque la llegada del cura ha sido de todo menos discreta. Los titulares en los medios digitales recordaban a cuando la selección española de fútbol ganó el Mundial o la Eurocopa.  De 'La Roja vuelve', 'La campeona está viajando' o 'La copa ya está aquí', a 'Despega en Liberia el avión del Padre Pajares', 'El hospital Carlos III espera a Pajares' o 'El cura infectado de ébola ya está en España'.

"El efecto que las informaciones de salud tienen en la población es muy grande"

Por su parte, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, ha aprovechado para recordar que "no hay que ser excesivos en cuanto a la reiteración, hay que informar como es debido sin agobiar a la audiencia". Será por causa del verano y las redacciones vacías, porque no hay explicación para tanta información.

González señala también que "el efecto que las informaciones de salud tienen en la población es muy grande, porque pueden provocar alarmas o generar esperanzas infundadas". Ser periodista en los tiempos del ébola requiere reflexión y ética, mucha ética.